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Logoterapia específica e inespecífica

Fernanda Padilla Rodríguez


Un cuestionamiento muy importante que nos debemos hacer como logoterapeutas es el siguiente: ¿Cuál es nuestra área de acción de acuerdo con nuestra preparación? Esta área de acción es variable, pues dependerá de nuestro curriculum académico.

Frankl nos deja claro que existen dos tipos de logoterapia, la específica y la inespecífica. Y dependerá de en cual de las dimensiones que conforman a la persona (biológica, psico/social o espiritual) se encuentre el origen de la neurosis de el paciente el tipo de logoterapia con el que se abordará el tratamiento, y muchas veces lo ético será referirlo con el profesional de la salud indicado para su padecimiento (psicólogo, psiquiatra, médico, etc).

“Las neurosis no tienen que tener su raíz en el ámbito psíquico, también la pueden tener en un ámbito que esencialmente supera el ámbito psíquico: en el ámbito noético, en el ámbito de lo espiritual. Hablamos de neurosis noógena en los casos en que, en última instancia, un problema espiritual, un conflicto moral o una crisis existencial se basan etiológicamente en la neurosis correspondiente.” (Frankl, p. 111). Pero para poder llamar a esta triada neurosis noógena, y no problemas de la vida, es necesaria su expresión en el ámbito de lo psicofísico, o sea el como se manifiesta en el cuerpo y en la psique, a esto le llamaremos sintomatología. Entonces queda claro que existen diferentes tipos de neurosis de acuerdo con su etiología, la neurosis psicógena tiene su origen en la dimensión psicológica de el ser humano, y la noógena parte de la dimensión espiritual. Una vez comprendido el tema de la etiología de la neurosis, podemos indicar que la logoterapia específica será la indicada para el abordaje de las neurosis noógenas y la inespecífica para las de origen psicógeno.

No siempre es fácil poder identificar en donde se encuentra el origen de esta sintomatología, y por ésta razón me parece indispensable que como logoterapeutas contemos con un buen entrenamiento en psicopatología y comprendamos la teoría de la neurosis, pues de otra manera no sería posible distinguir cual es su origen.

Escuchamos a menudo que la logoterapia no debería psicodiagnosticar, pero es importante el reconocer que necesitamos una guía. Frankl nos hace ver en sus escritos la importancia de identificar en que dimensión de la persona se encuentra la etiología de la neurosis, para así diseñar el abordaje adecuado para la misma. De aquí la importancia de en las primeras sesiones realizar una historia clínica adecuada para poder hacer este diagnóstico diferencial de manera atinada, y de acuerdo con este diagnóstico decidir si como logoterapeuta puedo tratar al paciente o si es necesario referirlo, pues como logoterapeutas formados en SMAEL el único tipo de logoterapia que podemos hacer es la específica, es decir aquella que está diseñada para abordar las neurosis noógenas.

Karl Jaspers (psiquiatra y filósofo) aporta la importancia de no hacer un diagnóstico reduccionista, pues si ese es el caso, entonces no hay una verdadera comprensión de el paciente, y para que esto no suceda es necesario que logremos mirar a la persona en su totalidad, tomando en cuenta sus tres dimensiones identificando en donde se encuentra el origen de sus síntomas y distinguiendo en donde y como se manifiestan. Ludwig Binswanger (psiquiatra pionero en el campo de la psicología existencial) expone que el diagnóstico es una forma de comprender el como el consultante habita su mundo, y agrega que para lograr realmente comprender a nuestro paciente también es necesario tomar en cuenta nuestra mirada como logoterapeutas a la hora en que hacemos este diagnóstico. De aquí la importancia de nuestro proceso personal en terapia, si el logoterapeuta no tiene un buen grado de autoconocimiento tendrá muchos puntos ciegos, y hacer un diagnóstico atinado le será muy complicado. El diagnóstico no es poner una eiqueta, más bien es mirar, conocer y comprender al paciente, y el diagnóstico también es una parte clave en la ética de el logoterapeuta, pues si como logoterapeutas no somos capaces de hacer un diagnóstico acertado, no nos será posible el tomar las decisiones adecuadas para el bienestar de nuestro paciente, y podemos causar un daño en él, es decir estaríamos causando iatrogenia.

Recordemos la triada de elementos que pueden ser causantes de neurosis noógenas: un problema espiritual, un conflicto moral o una crisis existencial. Cuando la persona se cuestiona a cerca de la vida, y de su propia vida, puede ser que se haga presente el vacío existencial o la frustración existencial. Esto no es una patología, es decir, no es una enfermedad, y aquí como logoterapeutas podemos practicar la logoterapia específica y el análisis existencial para acompañar a la persona en esta situación.

Entre las posibles consecuencias de la frustración existencial se encuentran las neurosis noógenas. Al trabajar con este tipo de patologías es necesario hacerlo sin perder de vista nuestra visión antropológica, es decir teniendo claro nuestro concepto de “hombre”. Cuando no podemos responder a los cuestionamientos a cerca de la propia vida, es cuando un problema de la vida se convierte en patógeno y puede aparecer la somatización o la angustia, es decir, puede haber una manifestación fenosomática o fenopsíquica, y en estos casos seguimos en el área de acción de la logoterapia específica, y necesitamos de técnicas adecuadas para abordar los síntomas. La logoterapia parte de lo espiritual y hace uso de los recursos de el espíritu, principalmente el autodistanciamiento y la autotrascendencia, por lo tanto necesitaremos de técnicas que nos ayuden a movilizar estos recursos, una de nuestras herramientas principales para lograrlo es el diálogo socrático.

A la hora de hacer logoterapia el secreto está, según Frankl, en hacer la pregunta correcta en el momento indicado. La responsabilidad se aborda desde la forma en que la persona responde a las diferentes situaciones que se le presentan en la vida de acuerdo a la captación de lo que es valioso para ella: ¿Qué preguntas me hace la vida en esta situación? La logoterapia específica acompaña al paciente a responder orientado por el mundo de los valores para así encontrar el sentido.

Cuando el paciente no capta las preguntas o no las puede responder, es probable que se tenga que recurrir a la logoterapia inespecífica, si es que esta incapacidad estuviera relacionada con un problema de personalidad por ejemplo. También está la posibilidad de que esta incapacidad para responder tuviera que ver con una ceguera axiológica, en este caso la indicada es la logoterapia específica.

“Hemos visto que precisamente en la psicoterapia puede ser peligroso hacer caso omiso de la independencia y de la autonomía de la esfera espiritual; pero así como no debemos hacer caso omiso de lo noético, tampoco debemos sobreestimarlo.” (Frankl, p.117). Por lo tanto es de suma importancia el reconocer cuando el origen de los síntomas de el paciente es la dimensión psicológica, en cuyo caso se podrían abordar con logoterapia inespecífica si contamos con la preparación adecuada, es decir si somos psicólogos o psiquiatras, o bien estamos entrenados en alguna forma de psicoterapia.

Cuando existen condicionamientos o restricciones en la esfera psicológica, y se presenta un problema de personalidad, muchas veces aparecen las neurosis obsesivas y las de angustia, para este tipo de neurosis Frankl propone dos técnicas: la derreflexión y la intención paradójica. Para aplicar estas técnicas es muy importante el conocerlas y entederlas muy bien. El Dr. Efrén Martinez y el Dr. Juan Pablo Díaz del Castillo han investigado mucho al respecto de el abordaje de los trastornos de personalidad desde la logoterapia, y han propuesto una metodología muy valiosa para su tratamiento, pero insisto en que para poder practicar este tipo de logoterapia inespecífica necesitamos contar con la preparación adecuada.

Me gustaría cerrar este escrito, recordando a nuestro querido maestro Alejandro Unikel, quien alguna vez me dijo en supervisión: para hacer una buena logoterapia no basta con la buena voluntad, es necesario el poder reconocer cuando realmente lo que le sucede a mi paciente y lo que éste necesita es algo que se encuentra dentro de mi área de acción como logoterapeuta.

Bibliografía:

Frankl, V. (2011). Logoterapia y análisis existencial. Barcelona: Herder

Martinez, E. (2011). Los modos de ser inauténticos. Colombia: Manual Moderno


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